Garantizar a la sociedad salvadoreña la administración autónoma y efectiva de procesos electorales democráticos; un registro electoral confiable; una pronta y cumplida justicia electoral; el pleno ejercicio de los derechos políticos y el fomento de una cultura cívico democrática.
Ser una institución moderna, con prestigio nacional e internacional, que contribuya a consolidar la democracia salvadoreña, a través del fomento de una cultura cívico electoral; de la realización de procesos electorales confiables y jurisdiccionales con apego al ordenamiento jurídico.